martes, 29 de marzo de 2011

Londres


El despertador sonó a las 7am pero nos levantamos 7.30, nos bañamos y desayunamos rapido. Armamos una mochila con guantes, gorros y camperas y agarramos las bicis en dirección a la estación de trenes. Para nosotros eran las 9 pero el reloj de la estación marcaba las 10, porque se había adelantado una hora por el horario de verano. De todas maneras, a los 5 min nos encontramos con Seba y sacamos los tickets para ir a Londres. El tren partía a las 10.20 si mal no recuerdo y haciendo honor a la puntualidad inglesa, 10 hs 20 min 00 seg los vagones comenzaron a moverse. Una hora y algo mas tarde llegamos a King's Cross, la estación londinense y pasamos entre la gente en busca del subte. Tomamos el "underground" hacia Westminster, y después de un par de combinaciones de trenes bajo la tierra, salimos a la superficie con la torre gigante del Big Ben bien arriba nuestro, tanto que casi resultaba difícil de ver, sobre todo por el inusual sol en la mañana de la capital británica. También se veía a lo lejos el London Eye, esa gran rueda desde donde se ve toda la ciudad, y el famoso Río Tamesis. Seguimos caminando y sacamos varias fotos. Recién ahí, sobre la marcha, empezamos a planear un recorrido del día. Frenamos en un "pret a manger" por un café para llevar y seguimos caminando hacia Buckingham Palace, mientras Seba nos hablaba un poco de historia e intercambiábamos opiniones. Llegamos al palacio de la reina, que aparentemente estaba allí porque la bandera britanica estaba en alto. Fotos y mas fotos, desde todos los ángulos y en todas las posiciones. Un rato mas tarde seguimos camino porque faltaba mucho por ver. Caminamos un poco hasta Trafalgar Square, donde esta la estatua del Almirante Nelson, los leones y la National Gallery de fondo. No había tiempo para galerías y museos, solo era una visita rápida a la gran ciudad donde queríamos ver los lugares mas significativos en un solo día. Entramos a una librería y compramos una guía de Europa y otra de toda Gran Bretaña, ambas en inglés por supuesto.
Salimos de ahi y comimos en un "Eat" y despues fuimos en el tubo nuevamente hasta el London Bridge, que no tiene mucho para decir y creo que su única función es confundir a la gente con la famosa Tower Bridge, que queda a unos pocos metros. Caminamos por la renovada y moderna costanera del Río y llegamos hasta el famoso puente de imponentes torres. Lo cruzamos y dimos la vuelta, bordeamos la Torre de Londres, un antiguo castillo medieval donde tuvieron lugar miles de hechos historicos del imperio. Ya cansados y cerca de las 5 de la tarde, quisimos tomar el subte pero estaba cerrada la estación, por lo que fuimos en un tipico colectivo inglés doble piso, en la parte de arriba obvio. En el camino vimos la catedral de St. Paul's y minutos después llegamos a Picadilly Circus, el centro comercial donde también están los teatros, cines y demás. Recorrimos un poco, nos sacamos unas fotos y nos fuimos acercando a Covent Garden, donde teníamos que encontrar un pub para reunirnos con un alumno de Seba, relajarnos y tomar unas cervecitas. Una vez en el bar irlandés, donde estaban tocando música celta y solo se servía cerveza y vino, descansamos las piernas, practicamos un poco el inglés y nos tomamos dos pintas cada uno de unas riquísimas cervezas irlandesas. Rondando las diez de la noche, salimos del pub y fuimos a comer pollo frito a KFC y luego de nuevo el subte pero esta vez camino a la estación de trenes, para volver a Cambridge. Muy cansados, agarramos las bicicletas que dejamos en la estación y fuimos a dormir.
Londres es una capital con mucho por descubrir, donde la historia vive y esta presente por todos lados, especialmente en cada placa y monumento a la memoria de las victimas de la Segunda Guerra Mundial. Una ciudad con mucha vida y mucha variedad. Un centro turistico donde se ve el típico estilo de vida inglés pero también, por ser tan cosmopolita, tiene cosas del mundo entero: hasta un restaurante argentino frente a Tower Bridge encontramos (empanadas 4 libras jaja). Por cierto, me resulta difícil dar una impresión de la ciudad habiéndola conocido un domingo, como turista y durante un solo día, sin embargo, fue una experiencia única e inolvidable, estoy seguro de que vamos a volver para conocer más de la ciudad británica.
Espectacular visita que nos permitió cargar pilas para levantarnos al día siguiente y, como se dice acá, ir a "patear culos" al centro de Cambridge en busca de un trabajo.

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